viernes, 26 de septiembre de 2008

Basile

Alfio Basile en su época de Jugador de Racing
volver
A los que nos gusta el fútbol, nos resulta sencillo asociar el apellido Basile con el entrenador de la Selección Argentina de Fútbol.
Sin embargo, hubo otros personajes famosos que tuvieron oportunidad de llevar ese apellido.
Uno de ellos fue don Pierre Basile, un joven y valiente caballero francés que, en las postrimerías del siglo XII, vivió una aventura que lo sacó del anonimato y que es la responsable de que estemos haciendo referencia a él en este momento.
Parece que vuelto de la Tercera Cruzada, a don Ricardo Corazón de León, a la sazón convertido en Ricardo I de Inglaterra, se le ocurrió cruzar el Canal de la Mancha para luchar en alianza contra Felipe II, rey de Francia.
No iba a andar cruzando por cruzar. Cuando se le apareció el Castillo de Châlus-Chabrol, decidió que un verdadero guerrero medieval no debia resistirse al sitio de un castillo y lo sitió.
Mejor no lo hubiera hecho.
Sus huestes eran muy superiores a las de los defensores y pronto comenzaron a saborear las mieles de la victoria.
Cuando ya se jugaba tiempo de descuento, solo eran dos los jóvenes defensores que resistían desde lo alto de una de las paredes del Castillo. Ricardo observaba con admiración su valentía y pensó que merecían un aplauso. Mientras aplaudía, uno de ellos le arrojo una flecha con la ballesta que hirió al rey en el hombro izquierdo, cerca del mentón. No era mas que una leve herida. La resistencia fue rapidamente doblegada y, luego de que un "cirujano" quitara la flecha del hombro de Ricardo, este pidió que trajeran al joven detenido que no era otro que el Basile de esta historia. Se defendió diciendo que en el sitio habían sido muertos su padre y dos hermanos y que esperaba ser ejecutado. Ricardo, admirado, no solo le dió la libertad y prohibió a sus oficiales que lo molestaran, sino que además lo premió con 100 chelines.
Aconteció que la higiene no era una cosa habitual por esas épocas. La herida leve engangrenó y Ricardo I falleció pocos días despues, el 6 de abril de 1199.
Mercadier un infame mercenario francés a las órdenes de Ricardo I, decidió que habiendo éste fallecido no había razones para acatar aquello que había prohibido. En una incalificable orgía de brutalidad medieval apresó nuevamente al ballestero, lo despellejó vivo y, no contento con esto, terminó colgándolo.

volver


No hay comentarios: