miércoles, 13 de mayo de 2009

UCDC 024 - Titanes de la Música II

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Estatua de bronce de Giuseppe Tartini en la Plaza Tartini en el centro de la ciudad de Pirán en Eslovenia. Sorprendentemente, el personaje lleva en su mano derecha el arco de un violín y no una espada

Hola Amiguitos

No sé si tuvieron en cuenta que, en general, cuando nos referimos a los GRANDES de la música nos circunscribimos a unos pocos entre los que suelen contarse J.S.Bach, A.Vilvaldi, Joseph Haydn, W.A.Mozart, Ludwig Van Beethoven, G.Verdi y unos pocos más, en tanto dejamos en la injusta oscuridad a muchos otros MUY conocidos... y a otros, menos conocidos aún, pero muy grandes también.
Entre estos olvidados de la popularidad vuelvo a la injusticia de recuperar sólo uno de ellos pero quiero referirme a Giuseppe Tartini quién es conocido como uno de los grandes violinistas de la historia.
Nació en la ciudad de Piran, que en esa época estaba situada en la República Veneciana, un 8 de abril de 1692.
No es que Piran haya cambiado de posición geográfica pero hoy está incluída en la república de Eslovenia.
Falleció el 26 de febrero de 1770.
En esa época, las familias aristocráticas de la región proyectaban que alguno de sus hijos fuera sacerdote lo que solía agregar prestigio.
En función del destino franciscano que le habían acordado sus padres, recibió una educación musical básica y fue envíado a Padua a Estudiar leyes.
Pero a Giuseppe le gustaban dos cosas en ese momento: La esgrima y las mujeres.
En la primera de las disciplinas logró una maestría y en lo segunda, quedó prendado de doña Elizabetta Premazone, una mujer algo mayor que él y de una posición social bastante menor.
El fallecimiento de su señor papá le facilitó en principio las cosas y, a los 18 años, se casó con ella.
Lamentablemente para Giuseppe, doña Elizabetta tenía expecativas mas redituables que el aristocrático pero bisoño futuro músico y alternaba con el poderoso Cardenal Giorgio Cornaro en calidad de “favorita” cualquiera sea la connotación que queramos asignar a este “favoritismo”.
La cosa es que de algo lo acusó el Cardenal y Giuseppe decidió que le sentaban mejor los aires de Asis en cuyo monasterio franciscano se recluyó para escapar de la persecución a la que lo sometió su eminencia.
Convengamos que su vocación no era ya la de convertirse en franciscamo por lo tanto aprovechó su tiempo para dedicarlo al aprendizaje de la ejecución del violín.
Hay una leyenda que dice que en 1712 escuchó tocar a Francesco María Veracini (1) y quedó tan impresionado por su técnica y a la vez tan desilusionado por sus propias habilidades que decidió que era el momento para comenzar a mejorarlas.
Dejó Asís, fue a Ancona y comenzó una ermitaña etapa de entrenamiento encerrado en un cuarto del que solo salía en casos estrictamente necesarios.
Sus habilidades habían mejorado notoriamente cuando, en 1721, fue nombrado Maestro de Capilla en la Basílica de San Antonio de Padua.
Hacía seis años que se había convertido en el primer famoso en disponer de un violín fabricado por el célebre “luthier” Antonio Stradivari (a quién solemos recordar como “Stradivarius”)(2)
El violín fue transferido a su alumno Signor Salvini quién años mas tarde, lo transfirió a Karol Lipinski(3) razón por la que es conocido como el “Stradivarius Lipinski”.
Las investigaciones y descubrimientos técnicos de Tartini superan el humilde objetivo de estas lineas(4) y su trabajo mas conocido en la actualidad es El Trino del Diablo sobre cuyo desarrollo existe también una leyenda que lo hermana con otro de los grandes ejecutantes de violín, Niccolo Paganini (sobre quién vamos a volver en otro UCDC).
Tartini le contó a un amigo (el astrónomo Jérôme Lalande) que en 1713 había soñado que el mismísimo satanás se le habia ofrecido como su sirviente. Tartini le había entregado el violín para que tocara “qualche bella aria” (¿algo romático; algo bello?) y el diablo había tocado un tema tan maravilloso que había alterado su entendimiento. Despertó y comenzó, inmediata y febrilmente, a escribir la sonata tal como su memoria la recapturaba del sueño. A pesar de que la Sonata tuvo gran suceso, Tartini se lamentaba no haber alcanzado el maravilloso nivel de su sueño y contaba que hubiera roto el violín en pedazos y abandonado definitivamente la música por lograrlo.
Su ejecución fue censurada en algunas oportunidades porque muchos entendieron que se trataba de un pacto con el demonio a quién había entregado su alma.

(1) Compositor y violinista florentino (01Feb1690 – 31Oct1768). Era un malabarista del violín y entre sus actividades se cuenta la de entretener a los asistentes de diferentes funciones de ópera en los entreactos.
(2) Se cree nació en la misma Cremona en la que trabajó, en 1644. Falleció en la misma fecha que mi fiesta de graduación del secundario pero 225 años años antes, el 18Dic1737.
(3) Compositor y virtuoso violinista polaco nacido el 30Oct1790 y fallecido el 16Sep1861. Recibió clases de un antiquísimo ex alumno de Tartini y le disputó la primacía a otra leyenda del violín, don Niccolo Paganini.
(4) Se le adjudica el descubrimiento compartido del fenómeno acústico de la combinación tonal al observar que, cuando se producen simultáneamente dos notas y se mantienen durante un tiempo, se percibe una tercera nota. Este fenómeno acústico, el tercer sonido o tono resultante se denomina también sonido diferencial o sonido de Tartini.


Siempre agradezco a los que llegan a este punto y esta vez no es una excepción y, para demostrarlo, en este lugar les dejo el enlace para conectarse con un video con audio unicamente cuyos primeros ocho minutos y medio son realmente excelentes.
Lamentablemente no está documentada la identidad de los ejecutantes.
Saludos, besos y abrazos
Mario Aicardi
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