lunes, 11 de mayo de 2009

UCDC 023 - Si no es por "hache" es por "be"

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"El Escarnio de Cristo". Temple y Óleo sobre Madera de alrededor de 1503. Obra de Mathias Grünewald exhibido en la Alte Pinakothek de Münich.
Hola amiguitos¡
Qué metida de pata el UCDC anterior!
Un error como el que produje, es algo que yo mismo no me puedo permitir por lo que trato de no hacer caso de las “justificaciones” que, irremediablemente se me ocurren y asumo, humildemente, haber mordido el polvo del escarnio y la ignominia de acuerdo a mis justos merecimientos.
Pero me voy a aprovechar del hecho de haber cometido ese error para introducirme en los temas que quiero tratar hoy.
Algunas veces hemos dicho que “si no es por ‘hache’ es por ‘be’ pero tal cosa ocurre/no ocurre”.
La usamos cuando queremos decir que algo ocurrió o dejó de ocurrir “por una causa o por otra”.
He leído algunas historias para explicar su origen pero la única que me convenció está relacionada, justamente, a la ortografía de la lengua castellana en la que la letra “hache” es generalmente muda por lo que no tiene asignada pronunciación alguna (salvo cuando está precedida de la letra “ce”).
Por lo tanto, todos sabemos que las palabras que empiezan con “hache” se pronuncian exactamente igual que si esa letra no existiera.
Prosiguiendo con la ortografía del castellano pronunciamos la letra “be” (b) utilizando unicamente los labios por lo que se la llama “be labial” a diferencia de la letra “ve” (v) la que es pronunciada aplicando o acercando el labio inferior a los dientes superiores (por lo que se la llama “ve labiodental”).
De cualquier modo, los hispano parlantes en general y los de esta parte del planeta en particular, hemos decidido que es mas sencillo pronunciar la “be” y la “ve” exactamente de la misma manera.
Ahora bien, una cosa es hablar y otra muy distinta, y a veces dificultosa, es escribir.
Parece ser entonces que esta locución adverbial “por hache o por be” fue acuñada en el ámbito docente de la corrección ortográfica para significar que si no se trata de una “hache” faltante, se trata de una be “larga” o “corta” intercambiada. El resultado es siempre un error de ortografía.

Fíjense que en el segundo párrafo utilicé la expresión “morder el polvo”.
En la edad media, cuando durante un duelo, un caballero se sentía mortalmente herido, tomaba un puñado de tierra, lo introducía en su boca y lo mordía como si se tratara de un último beso de respeto y despedida hacia la madre tierra sobre la que había vivido y que pronto lo recibiría en su sepultura.
Los que presenciaban el duelo veían en esa actitud, una valiente demostración de hidalguía del vencido.

He usado la palabra “Escarnio” que, según la Academia de la Lengua, tiene su origen en el antiguo verbo “escarnir” que corresponde a nuestro “mofarse” por lo que Escarnio termina siendo “Burla Tenaz con el propósito de afrentar”.

También he apelado a “Ignominia”.
Su etimología remite a la "pérdida del nombre" (in-nomen, "sin nombre", como in-útil "sin función") con que se da a entender el efecto de una acción deshonrosa, vergonzosa o injusta, términos de los que es sinónimo.

Y así, entre dichos y palabras, vuelvo a alcanzar el fin de la molestia a la que los someto con cierta periodicidad.

Agradezco a los que hasta aquí llegaron.

Saludos, besos y abrazos
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