martes, 4 de mayo de 2010

UCDC 41 - La Dolores

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Ilustración: El Mesón de La Dolores
Hola amiguitos
Los que hemos tenido la suerte de acumular algunos años sobre nuestras esforzadas espaldas hemos tenido también oportunidad de escuchar una famosa copla aragonesa cuyos versos dicen.

Si vas a Calatayud
Pregunta por la Dolores
Que una copla la mató
De vergüenza y sinsabores


De cualquier manera, aquella copla se terminó confundiendo con la siguiente.

Si vas a Calatayud
Pregunta por la Dolores
Que es una chica muy guapa
Amiga de hacer favores

Hubo quienes tuvieron la picardía de cambiar su letra por otras, como por ejemplo la siguiente

Si vas a Calatayud
Pregunta por don Manuel
Que si no está la Dolores
El favor te lo hace él.

Existe una leyenda sobre esta famosa Dolores en la que se mezcla la realidad -de la que toma nombre y apellido propios- y cuenta la historia de una joven muy bonita y sumamente solidaria que trabajaba en un mesón.
Melchor, un peluquero que la ha seducido, conoce de la existencia de dos competidores en su pretensión amorosa: Patricio, un comerciante de mucho dinero y un sargento conocido como Rojas, a secas.
Pero la Dolores se enamora locamente de un seminarista de nombre Lázaro, sobrino de la dueña del mesón y la historia termina cuando Lázaro acaba con la vida de Melchor asestándole una puñalada.
El nombre propio de la que se asigna como la Dolores “original” sería María de los Dolores Peinador Narvion quién nació en Calatayud el 13 de mayo de 1819 siendo hija de don Blas, gallego para mas datos y de doña Delfina Manuela, una distinguida y acaudalada bilbilitana.
Don Blas era un militar con inclinaciones políticas y en 1825 fue nombrado alcalde mayor de Daroca, una ciudad aragonesa de la provincia de Zaragoza.
En 1827 doña Delfina dejó este mundo y con él una cuantiosa herencia para sus hijos.
Era don Blas el encargado de administrar esa herencia.
Blas aprovechó su edad y su exitosa situación económica para dejar la profesión de viudo exitoso y convertirse nuevamente en esposo de renombre.
Entretanto los “duros” de la herencia pugnaban por quedarse en las faltriqueras de don Blas quién pasó a ser Alcalde mayor de Gerona primero y juez de primeras instancias después.
El 1839, Dolores, de suaves y muy bien llevados 20 años, contrajo secreto matrimonio con Esteban Tovar, un ex militar andaluz cuya miopía hormonal le hacía ver a la bella Milagros sólo como destinataria de una herencia que su suegro se negaba a soltar.
Dado que el tiempo transcurría y don Blas no daba muestras de desapego respecto de los bienes de la herencia (fortuna calculada en alrededor de sesenta millones de euros actuales) el joven matrimonio decidió iniciar pleitos que produjeron largos y amargos juicios a través de los cuales recibieron, al final, las propiedades en litigio.
Sin embargo, la suelta mano de Esteban, los dadivosos gestos de Dolores y los errores en la administración de la fortuna, hicieron que su situación pasara paulatinamente de holgada a comprometida y de comprometida a arruinada.
A mediados de ese siglo IXX decidieron mudarse con sus cuatro hijos a Madrid donde nacieron otros dos hasta que, viuda y con 75 años de edad, falleció, en agosto de 1894.
El Mesón de Dolores, en el que no hay documentación probatoria de que Dolores haya trabajado, existe aún en Calatayud y ha sido convertido en Hospedaje (3 estrellas) con una tarifa diaria fuera de temporada de sesenta y tres euros por noche.
La leyenda de Dolores dió origen a la ópera “La Dolores” de Tomás Bretón que fuera estrenada con regular suceso en el Teatro de la Zarzuela en Madrid el 16 de marzo de 1895.
Yo sé que ha sido duro pero hasta aquí hemos llegado juntos. No me va a alcanzar el tiempo que me resta de vida para agradecerlo.
Besos y abrazos.
Mario






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