martes, 29 de septiembre de 2009

UCDC 33 - Maurice Utrillo

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Calle de París - Obra de Utrillo - 1914
Cuando tenía once años, alguien, no recuerdo quién, me regalo un libro cuyo título era “Los Titanes de la Pintura” que aún conservo. Se trata de una edición sumamente rústica y muchas de sus páginas estaban aún unidas por la falta de paso de la guillotina
Es una compilación de biografías de grandes pintores de siglos anteriores y no llamó mi atención hasta un par de años mas tarde.
Hojeándolo me enteré de la existencia de Murillo, Rafael, Rubens, Botticcelli y otros
Ya conocía los nombres de Miguel Ángel y Van Dick. En esa época asistía a una Academia de Dibujo que se llamaba justamente “Van Dick” y los blocks de hojas en las que dibujaba eran de marca “Miguel Ángel”
Sin embargo, el primer pintor que llamó mi atención no era ninguno de aquellos; ni siquiera se trató de alguno de los impresionistas. No. Fue Maurice Utrillo.
Unos vecinos habían hecho un viaje por Europa y a su regreso trajeron recuerdos para todos sus vecinos adolescentes. A mí me tocó una postal que reproducía, justamente, una obra de Utrillo (a quién, como es obvio, yo pronunciaba con el argentino “Utriyo” en lugar del afrancesado “Utriló”. Maurice Utrillo era hijo de Marie-Clementine Valadon, conocida como Suzane Valadon, modelo de varios pintores de la época (ver ilustración)y también ella misma artista.
Suzane había sido acróbata circense y contaba con apenas 18 años cuando se convirtió en madre. Nunca reveló quién era el padre. Se decía que podrían haber sido Pierre-Cecile Puvis de Chavanes, Pierre Renoir e incluso Edgar Degas.
Sin embargo fue un artista español, Miguel Utrillo y Molins el que lo reconoció como hijo cuando Maurice tenía 8 años y arrastraba ya su propia historia de alcoholismo precoz.
Suzane tenía que modelar para vivir y no tenía con quién dejarlo. Decidió que lo mejor era dejarlo solito en su moisés pero para “facilitar” su descanso y alimento hasta que volviera, le dejaba un biberón que, a veces, contenía un poco de leche pero la mayoría era agua con azúcar. Eso si, casi siempre la completaba con un poco de vino dulce.
Respecto de la paternidad, hay una leyenda que dice que luego del nacimiento Suzane fue a verlo a Renoir, para quién ella había modelado, y le dijo que era su hijo. Renoir, bonachón y antiguo, habría mirado al bebe y le habría respondido “No puede ser mío. El color es terrible”. Al tiempo fue a verlo a Degas, de la que también había sido modelo y repitió la fórmula. “éste es tu hijo”. Degas, un poco mas circunspecto miró al niño y luego al techo; suspiró y habría respondido “No puede ser mío. La forma es terrible”.
Unos años mas tarde, en un café de Montmartre y con, quizás, algunos centímetros cúbicos adicionales de alcohol, lanzaba diatribas contra aquellos maestros en un auditorio de una sola persona: el ya nombrado pintor español Miguel Utrillo. Este le propuso darle su apellido al niño aduciendo que “se sentiría sumamente gustoso de poner su nombre a un trabajo de Renoir o Degas”.


Suzane Valadon - Obra de Renoir
Mas tarde Suzane se casó con el también pintor André Utter y junto a Maurice formaron un grupo familiar conocido como Trinité maudite famoso por sus excentricidades y su vida desordenada y autodestructiva.
Suzane, que había nacido un 23 de septiembre de 1865 falleció un 7 de abril, en 1938.
Maurice, que había visto la luz al día siguiente de la navidad de 1883, ganó fama como especialista en paisajes urbanos y se convirtió, junto a su compañero de fiestas y fechorías Amedeo Modigliani, en uno de los artistas mas falsificados de la historia del arte.
Maurice recibió reconocimiento oficial cuando el gobierno francés le otorgó el galardón de “La Cruz de la Legión de Honor”.
Cuando las hojas del árbol de su vida comenzaban a secarse, a los 52 años, se casó con Lucie Valore y vivió hasta el 5 de noviembre de 1955.
Como siempre, mis interminables gracias a los que aún encuentro en estas lineas
Mario
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