jueves, 24 de julio de 2008

UCDC - 005 - Abr 15, 2008 - El Agua - Agua Va


Hola amiguitos
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¡Basta ya de descanso! Acá estamos nuevamente dispuestos a perturbarlos con las extrañas disquiscisiones a que suelo someterlos. Esta vez un poco mas tarde de lo habitual dado que estuve gozando de un merecidísimo descanso durante el que el agua fue una compañera de muchas de las horas de ese descanso.
En primer lugar por que pasé mis vacaciones a escasos centímetros del mar, en compañía de mi familia, en Garopaba, en el litoral atlántico de Santa Catarina, en Brasil.
En segundo lugar por que en algún momento de todos esos días, la lluvia se hizo presente; con poca intensidad la mayoría de las veces. Eso no fue óbice para que, también todos esos días, hiciera una o mas visitas a las playas y me diera buenas palizas con las espumosas olas.
Hay una tercera razón para hacer referencia al agua. Es que luego de mas de 45 años, volví a encontrarme con un primo uruguayo y las expectativas y emociones del encuentro, contribuyeron reiteradamente a humedecer mis mejillas.

Si comparamos el mar con la música entiendo que es una verdadera obertura lírica cuando golpea contra las rocas; Una canción de cuna cuando se escurre por entre los guijarros en la orilla; Un poema sinfónico a cada momento.

¡Qué cosa extraña! El agua, que ocupa el setenta y dos por ciento de la superficie del planeta, representa tan sólo algo mas de veintidos milésimas por ciento de su masa y de ella solo un tres por ciento es agua “dulce” con la limitación que sólo una tercera parte la componen ríos, lagos y arroyos. La dos terceras partes restantes se encuentran en estado sólido (la mayor parte) y gaseoso. He leído alguna vez que para la década de los setenta, la mitad del agua “dulce” se encontraba ya contaminada ¿Podemos hablar de un recurso abundante?¿Podemos dejar de lado la conciencia de que es nuestro deber cuidarla?

Una vez planteado el dilema me permito recordarles que, seguramente todos, escuchamos decir que el agua es incolora, inodora e insípida. Puede ser que los dos primeros caracteres organolépticos (que así se llaman), sean correctos pero no estoy muy de acuerdo con el tercero. Si bién nunca tomamos aguna “quimicamente pura” la que sí tomamos contiene oxígeno disuelto y minerales que le son propios por origen o subproductos del tratamiento para la potabilización. Es lo que a veces nos hace decir por ejemplo “el agua de tal-lugar tiene demasiado gusto a cloro”.

Hemos tambien visto y oído decir muchas palabras o conjuntos de palabras que tienen al agua como raíz.

Se llama agua destilada por ejemplo, al agua que ha sido evaporada y posteriormente condensada. Al realizar este proceso se eliminan casi la totalidad de sustancias disueltas y microorganismos que suele contener el agua; es prácticamente la sustancia química pura.

Aguaviva (o Aguamala) es el modo con el que solemos llamar a la temida medusa, terror de las playas del sur.

Agua dura: Se trata del agua que contiene una alta concetración de carbonatos y sulfatos de calcio y magnesio lo que le da un sabor especial, “corta” el jabón y destruye la superficie interior de pavas y teteras por deposición de algunas de esas sales.

Agua Pesada: Parece el apelativo del suegro, la suegra o el cónyuge pero no, no es así.
No sé si recuerdan que el agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (H2O). El átomo de hidrógeno contiene en su núcleo un Protón (positivo) y una sóla órbita conteniendo un único Electrón (negativo). Como la masa de éste último es de menos de una milésima de aquel, se dice que el átomo de hidrógeno tiene una masa de valor “uno” (su peso atómico). Pero como el núcleo de hidrógeno, bajo determinadas circunstancias puede albergar uno o dos Neutrones (de masa tambien “uno”), su peso atómico puede ser, en esas circunstancias, también “dos” (y hasta “tres”) y se lo llama Deuterio ( y Tritio). Cuando existe una concentración mayor de moléculas de agua con átomos de hidrógeno “pesado”, estamos en presencia efectiva de Agua Pesada. El Deuterio existe en la naturaleza en el orden de alrededor de quince milésimas por ciento y se lo utiliza en bioquímica y en plantas nucleares. Fue predicto por Walter Russel de modo teórico en 1926 y detectado espectrologicamente por Harold Urey en 1934. Este hecho le valió el premio Nobel de la Química en ese mismo año 1934.
Aguamarina: es la variedad de color azul verdoso pálido del berilo. Se trata de una gema muy apreciada en joyería, aunque de menor valor que su hermana la esmeralda

Agua Va

Alguna vez hemos escuchado decir "fulano hizo esto sin decir agua va". ¿De dónde viene esta expresión?.

Los romanos daban gran importancia a la salud pública y al uso del agua. Tenían un sistema completo de acueductos, depósitos y cañerías para la distribución del agua; contaban con baños públicos en todas sus ciudades.

Para ellos el baño llegó a convertirse en un acto social. Construyeron enormes complejos que podrían rivalizar con cualquier spa de hoy. Algunos podían albergar hasta 2500 personas, como los de Diocleciano o Caracalla en la milenaria Roma

Hacia el año 500 cayó el imperio romano de Occidente. Roma y otras ciudades fueron saqueadas. Las instalaciones de baños fueron destruídas durante las invasiones y los saqueos.

Comenzaba la Edad Media.

Para los católicos, la exhibición del cuerpo en público era una incitación al pecado, por lo cual el baño era una costumbre mal vista. La gente se bañaba al ser bautizada y pocas veces más. Los ricos se atiborraban de perfumes, y los pobres apestaban. Las disposiciones católicas y las supersticiones llevaron al abandono de toda política sanitaria. Cundieron epidemias y pestes a una escala nunca vista.

Los baños, tan comunes en la época romana no existían más.

El proyecto inicial del Palacio de Versalles, por ejemplo, no contaba con instalación sanitaria alguna. Era común evacuar las necesidades corporales donde y cuando se estuviese.

Quién haya tenido la suerte visitar el Castillo de Windsor, cerca de la Universidad de Eaton-Riverside, al oeste de Londres, recordará que en las habitaciones principales había un rincón especialmente diseñado pero no totalmente acondicionado en los que “sus majestades” dejaban caer al jardín sus reales deposiciones.

En las casas se solía usar el orinal, que era un recipiente que contenía aquellos residuos corporales. Pero las viviendas no contaban con un sistema de evacuación de residuos...

Cuando querían deshacerse del contenido del orinal, simplemente lo arrojaban a la calle. Era todo una aventura caminar por las calles, especialmente en la noche, que era el momento preferido para esta operación.

Como una forma de alertar a los transeúntes, al vaciar el orinal se acostumbraba gritar "¡agua va!". Si alguien lo hacía sin decirlo, los escasos pero ocasionales transeuntes corrían el serio riesgo de empaparse de las ya no reales excrecencias.

Comentábamos que era una aventura caminar de noche pero no dejaba también de ser una aventura diurna.

En la calle solían formarse verdaderos arroyos, repletos de suciedad hedionda. Las veredas casi no existían y las calles eran angostas y con pendiente hacia el centro por lo cual ese centro no era el lugar mas idoneo para transitar, especialmente si se trataba de mujeres habitualmente ataviadas con largos vestidos. De esa época es también la caballerosa costumbre de otorgar a las damas el lado mas seguro para caminar: el de la pared.

Nuevamente, nos encontramos ahora con los creadores,
esta vez, José Saramago (Azinhaga, Portugal, 16-Nov-1922)

Agua azul

Altos secretos dentro del agua se esconden
El reverso de la carne, cuerpo aún.
Como un puño cerrado o un bastón,
Abro el líquido azul, la espuma blanca,
Y por fondos de arena y madreperlas,
Bajo el velo sobre los ojos asombrados.

(En la medida del gesto, la anchura del mar
Y el nácar del suspiro que se enrosca.)

Viene la ola de lejos, y fue un espasmo,
Viene el salto en la piedra, otro grito:
Después el agua azul descubre las millas,
Mientras un largo y blanco pez
Baja al fondo del mar donde nacen las islas.

Ahora sólo resta mi habitual pedido de disculpas en tanto les reitero la certeza de volver a encontrarme con Uds. de no mediar un pedido específico.

Saludos, besos y abrazos

Mario R. Aicardi

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