jueves, 24 de julio de 2008

UCDC - 006 - May 1°, 2008 - Vino - Borracho - El Temulento


Hola amiguitos
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Hoy es el día del trabajador pero, como trabajador que soy, no voy a hacer ningún esfuerzo para referirme a tamaña celebración. Voy a comenzar, simplemente, con una estrofa de un tango que me acompañó durante largos trechos de mi niñez y mi adolescencia

Una canción, que me mate la tristeza,
que me duerma, que me aturda
y en el frío de esta mesa vos y yo:
los dos en curda...
Los dos en curda (*)
y en la pena sensiblera
que me da la borrachera
yo te pido, cariñito,
que me cantes como antes,
despacito, despacito,
tu canción una vez más...
Del tango Una Canción
Letra: Cátulo Castillo
Música: Anibal Troilo


Los dos en curda. En algún momento el tango dice “a ver, mujer/un poco mas de ron” sin embargo, yo estoy convencido que la curda, como toda curda tanguera, debe comenzar, implacablemente por el vino ¿No?

El vino: Una larga historia que parece tener comienzos en la propia Edad de Piedra. Es imposible saber quién o quienes fueron los primeros pero yo me imagino la siguiente sucesión de imágenes:

Un grupo de individuos descubre una planta de vid silvestre y se sorprende por la forma y colorido de los racimos. Uno de ellos, el mas goloso seguro, se arriesga a retirar uno de los granos y llevarlo a la boca. Le parece sabroso e invita al resto a hacer lo mismo. Tiempo mas tarde el mismo u otro grupo entiende que puede cortar algunos racimos y trasladarlo al lugar en el que viven. ¿Donde los ponen? ¿En un bol de arcilla, una escudilla de madera o un odre de cuero?
Un día, por causas que también podemos imaginar (inundación, terremoto, invasión), los miembros del grupo deben abandonar temporaria o definitivamente el lugar en el que viven. En el apuro, dejan algunos racimos de madura uva en ese bol de arcilla o esa escudilla de madera. Tardan en volver. O quizás ya nunca regresen.

La uva, se siente olvidada y comienza a fermentar. Las levaduras(1) contenidas en el ollejo hacen su trabajo. Los azúcares(2) del fruto se convierten lentamente en alcohol y el resto de las reacciones químicas que se producen van dando lugar a un jugo intenso que es el génesis de esa bebida que conocieron los antiguos egipcios, griegos y romanos y que alguien llamó vino (en latín vinum, en griego oinos).

Tiempo despues, el grupo de individuos que dejó aquel bol de arcilla o la escudilla de madera (u otro grupo conquistador) vuelve al lugar o pasa por él y encuentra ese jugo. Nuevamente, uno de ellos se arriesga y lo prueba. Sin saberlo se convierte en el primer aprendiz de enólogo de toda la historia y quizás también el primer beodo.
A partir de ese momento los senderos del vino se bifurcan y toman por incontables caminos. Así aparecen los distintos tipos de vino, el cultivo y manejo de las vides, los recipientes especialmente diseñados para contenerlo pero, por encima de todo ello, el vino pasa a incorporarse paulatinamente en las diferentes culturas. Como elemento festivo, religioso, medicinal o antiséptico.
La Odisea cuenta que Ulises y sus amiguitos son encerrados en una cueva por el cíclope Polifemo. Encuentran uva en la cueva y, cancheramente, idean un plan para escapar. Pisan la uva y, ayudados por el calor reinante preparan vino en cantidad el que ofrecen al pobre Polifemo que no resiste la tentación y toma tanto que, omnubilado, se duerme. Los heroes de Troya aprovechan para dañarle el único ojo al gigante y logran huir.

El vino, en tanto, se apropia de un importante lugar entre judios y cristianos pero el Islam no lo incorpora en la vida terrenal. Sin embargo, según el destino reservado por el profeta Mahoma a sus justos seguidores, en el paraíso podrán disfrutar de "ríos de vino, una delicia para los bebedores (...) y rondará sobre ellos una copa de plata, y vasos como botellas".
Asimismo, en las ceremonias fúnebres, los griegos y macedonios echaban vino sobre la tumba para calmar la sed del muerto en el tránsito a la otra vida.
Los romanos construían junto a los sepulcros una especie de cocina ('culina', de donde deriva el témino culinario), destinada a cocer los alimentos de los muertos. Allí se depositaba también el vino.
En la India, el arroz, las uvas y la leche eran el sustento con que se alimentaba a los espíritus de los muertos.
En un sistema de creencias tan lejano para nosotros como es el budismo, cuando se produce un nacimiento se lleva a cabo una ceremonia de purificación denominada pangsai, en la que, además de las hada o cintas con oraciones, se ofrece a la madre vino y té como regalo.
Los egipcios mencionaban incluso el año de la cosecha, el viñedo y el nombre del vinificador en sus jarras creando, sin quererlo tampoco, las primeras etiquetas.

Recuerdo mi incredulidad y sorpresa cuando leí “La Hija de Agripa” (Howard Fast – N. 11Nov1914- F. el 12Mar2003) y me desayuné que los divertidisimos romanos solían enviar esclavos a las montañas para traer grandes trozos de hielo con el que procedían a enfriar el vino.

Hoy, en casi todo occidente se cultiva la vid. La mayoría de la cosecha se destina a la producción de diferentes vinos.
No es el objetivo de estas lineas explayarse en los diferentes tipos de uvas, vinos, productores y procesos de fabricación pero no me quiero olvidar de hacer un homenaje a zonas y lugares afines. Qué serían para nosotros las palabras Champagne, Borgoña, Burdeos, Rioja, Napa Valley, Mendoza, Chianti, Oporto, Malbec sino para identificar una zona o un tipo de uva pero que, irremediable y afortunadamente, relacionamos con el vino.

(*) No hay acuerdo común sobre la etimología de curda. Un diccionario gitano afirma que viene del francés dialectal curda ‘calabaza,’ o sea ‘bebiendo una sustancia etílica de una calabaza’ ¿Será cierto?

(1) Saccharomises Cerevisiae o levadura de cerveza
(2) Fructosa o levulosa


Los Borrachos
Con el vino, nacieron también los borrachos aunque estos no son patrimonio único de este delicioso líquido. Y ¿de donde viene esta palabra?
En muchas regiones rurales de España, hasta hoy es habitual servir el vino en odres o botas de cuero, usados desde muy antiguo con este objeto. En catalán en el siglo XIV y en castellano en el siglo XV, estos odres se llamaron borracha, palabra que, según Corominas, se habría formado por el cruce del catalán botella (odre) con morratxa (redoma). A su vez esta última palabra se derivaba del árabe mirassa, que también significaba ‘redoma’. (Vasija de vidrio ancha en su fondo que va estrechándose hacia la boca). Más adelante, hacia fines del siglo XV, se llamó en español borracho al sujeto que, igual que la bota, estaba ‘lleno de vino’, o sea, embriagado.

Fueron muchos los artistas que inmortalizaron al vino y a sus borrachos. Acá les paso un pequeño detalle de la pintura Los Borrachos o El Triunfo de Baco, óleo sobre tela de antes de 1629 expuesto en el Museo El Prado de Madrid. Su autor es uno de los enormes pintores de la antigüedad, don Diego de Velazquez (1599-1660)
Quisiera poder adjuntar toda la obra pero el “peso” del mail sería mucho mas grande de lo que me tengo impuesto así que, sepan aceptar mis disculpas

Para terminar, les copio un famoso poema dedicado, justamente, al borracho

EL TEMULENTO (3)
¡ Ya van tres noches de festín! en ellas
ávido el corazón de algo inmenso,
toda una vida de placer condenso
y aún tengo hambre de placer y amor.
Afluye a mi cerebro en onda cálida
la sangre, haciendo estremecer el pulso;
y vacilante , trémulo, convulso,
con nerviosa inquietud,
siento que el aire a mis pulmones falta;
mi pecho en sorda agitación palpita
y el golpe seco al retumbar imita
del martillo clavando el ataúd !
¡Corra el deleite para mí a raudales;
más que la tempestad, temo la calma;
tormentas de placer sacudan mi alma
que harto conoce ya las del pesar !
¡Dadme el ardor de las pasiones locas,
dadme un edén de tropicales flores;
quiero aturdirme en frenesí de amores
y en un salvaje vértigo gozar !
Hoy busco las ciudades; hoy prefiero
la sucia fonda que con luz mezquina
amarillenta lámpara ilumina
a un paisaje bellísimo con sol;
la taberna es mi hogar; en este sitio
donde se goza, porque en el se olvida ,
vengo a tomar venganza de la vida
usando como arma el alcohol !
¡ Aquí llegan los náufragos del mundo;
aquí en la pobre y mísera taberna
el pueblo alivia su tristeza eterna
de un dolor cuyo fondo nadie ve
este es el sitio, la fatal guarida
en donde a unos la miseria lanza
a otros un amor sin esperanzas
y a muchos como a mí ...yo no se qué .
¡Irresistible vértigo...conozco
un hombre de alto ingenio, allí perdido;
ebrios los padres de su padre han sido
su padre y sus hermanos ebrios son;
los tristes frutos de su amor, los rasgos
de esa fatal herencia llevan fijos
y ebrios serán los hijos de sus hijos,
¡ay! hasta la postrer generación!
Y o he visto en frente a la taberna el cuerpo
de un joven bello de gallardo talle
que un día sobre el cieno de la calle,
entre un charco de sangre amaneció ;
nadie sabe su historia ni su nombre
no tuvo quien lo asista, moribundo;
su último y doloroso ¡adiós !
al mundo nadie lo oyó !
Eso me espera a mí ...pero bebamos
Adentro mis gozosos camaradas
bailando con mujeres alquiladas
Se agitan al compás de un acordeón
allí en un charco de licor, un ebrio
resbala y cae ...;palmotea y mofa ...
tumbado en tierra impreca y filosofa;
he ahí al hombre, al rey de la creación!
Joaquín Castellanos
(3) del latín (otra vez) temulentus: Borracho, embriagado



Mario R. Aicardi

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