jueves, 24 de julio de 2008

UCDC - 008 - Jun 1°, 2008 - Meter la Mula - Once Varas - Mariposa - Chivo Expiatorio - Aguas de Borraja - Opus

Hola amiguitos
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Antes de comenzar con lo que me interesa comentarles, quiero que no olviden leer el párrafito que sigue a la firma y, eventualemente, obrar en consecuencia.

Ahora quiero recordarles que, cuando empecé a molestarlos con estos mails quincenales, mi objetivo era el de aprender y hacer conocer las causas, la etimología y los orígenes de algunos de nuestros dichos y nuestras palabras habituales.
Me atreví a torturar con mayor profundidad a mis amiguitos brasileños que leen castellano porque, si bién algunas palabras son compartidas, no siempre sucede lo mismo con los dichos.
Hubo veces es que debí apelar a hechos históricos, a veces no tan documentados, para explicar algunos de esos orígenes. En fín hoy quiero volver a los dichos y, en homenaje al antiguo profesor de contabilidad de primer año del secundario que lo contó, se me ocurre empezar con:

Meter la Mula(1)

Solemos decir que a alguien le “metieron la mula” cuando ese alguien fue engañado, traicionado o estafado utilizando alguna treta o trampa que lo sorprendió en un descuido o su buena fé.
Si bién conozco diversas vertientes del dicho, aquella a que hacía referencia mi profesor se ubicaba en la Tucumán cañera de principios del siglo XX. Los pequeños productores descargaban su caña directamente en el ingenio. Como la transportaban en un carro tirado por una mula, el carro era pesado cuando ingresaba y cuando se retiraba. La diferencia en el peso del carro era el peso de la caña descargada y sobre esa cantidad, se efectuaba la liquidación correspondiente.
El productor solía entonces apelar a que, subrepticiamente, una de las patas traseras de la mula quedara sobre la balanza, incrementando de ese modo el peso original. De allí que el balancero debiera, a veces, apelar al pedido de “Oiga, no me meta la mula en la balanza”.

(1) Mula. Animal hibrido procucto de la unión sexual de un asno o burro con una yegua. Esta unión es casi exlusivamente producto de la acción del ser humano ya que es poco probable que una unión de este tipo se efectúe naturalmente. Una cosa interesante; Existe el animal producto de la unión sexual de un caballo con una burra o asna: el burdégano. Dado que el tamaño de la burra es menor que el de la yegua, es de esperar que, aunque genéticamente iguales, el burdégano sea de menor tamaño que la mula.

Meterse en camisa de once varas

Es una expresión que señala la poca conveniencia de complicarse la vida innecesariamente. “No te metas en camisa de once varas” solían aconsejar nuestros mayores cuando no estaban de acuerdo con algunas de nuestras decisiones trascendentales.
Su origen se sitúa en la Edad Media, en la ceremonia de adopción de un niño, tomando los problemas que ésta conlleva por decisión propia. El padre debía meter al niño por la manga de una camisa grande hecha para la ocasión. Luego lo sacaba por la cabeza o el cuello de la prenda y el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de la aceptación de la paternidad. He leído que en algunas regiones de Europa la ceremonia continúa vigente pero con la madre, con objeto de simular el parto.
El dicho además refleja una exageración en las dimensiones de la camisa, la cual no podía medir once varas, que vendrían a ser unos nueve metros.

la mariposa

El nombre castellano de la mariposa, de historia tan colorida como sus alas, proviene de antiguas canciones y dichos infantiles que se referían a algunas de las 160.000 especies de insectos conocidos con ese nombre, llamándolas a posarse con versos tales como ‘María pósate, descansa en el suelo’.
Los ingleses prefirieron llamarlas butterfly (mosca de la leche), un nombre parecido al que le dieron los alemanes, Milchdieb (ladrona de leche); los franceses, papillon, del latín papilione; y los portugueses, borboleta, del antiguo belbellita, formado a partir (como casi siempre) del latín bellus (bueno, bonito).

El Chivo Expiatorio

El chivo es el macho joven de la cabra, mientras que "expiar" se entiende como la acción de purificarse de las culpas por medio de algún sacrificio.
La expresión proviene de un ritual del antiguo pueblo de Israel para el cuál se elegían dos chivos; mediante el azar se elegía uno para entregar a la figura de Yaveh (Dios), que era sacrificado por el sacerdote durante el rito; el otro era cargado con todas las culpas del pueblo judío, y entregado a Azazel (el demonio). Este último, conocido como chivo expiatorio era abandonado en mitad del desierto, acompañado de insultos y pedradas.
En la actualidad se utiliza la expresión para denominar a aquél que ha pagado las culpas de la gran mayoría, librando a estos de represalias.

Aguas de borraja

Mas de una vez hemos escuchado decir algo similar a lo siguiente: Cuando fulanito/a ingresó en la Universidad rindió las primeras materias con notas muy altas. Despues se abandonó y su carrera quedó en aguas de borraja.
En algún lugar del diccionario de la lengua española refiere a alguna cosa de poca o ninguna importancia. Sin embargo, del modo que está utilizado en el párrafo anterior significa aproximadamente aquello que queda en nada.
La expresión original era quedar en agua de cerrajas(2) de aquello que se obtiene de la lechuga silvestre llamada, justamente, cerraja.
Por su parecido fonético con borrajas, verdura mas fina, sustanciosa y conocida que la lechuga silvestre, pasó paulatinamente a decirse del modo que lo conocemos en la actualidad.
Como el caldo resultante de esta verdura es de poca o ninguna sustancia, se le ha dado el sentido figurado de “resultado decepcionante en un asunto en el que se tenían muchas expectativas”

(2) cerraja (Del lat. vulg. serralĭa). f. Hierba de la familia de las Compuestas, de seis a ocho decímetros de altura, con tallo hueco y ramoso, hojas lampiñas, jugosas, oblongas y con dientecillos espinosos en el margen, y flores amarillas en corimbos terminales.

Opus

La Sinfonía N° 9 en Re Menor Opus 125 Coral de Ludwing Van Beethoven es también conocida como “La Novena Sinfonía”
Su famoso Cuarto Movimiento, basado en el poema An Die Freude (Oda a la Alegría) de Friedrich von Schiller ha hecho que también se la conozca, erroneamente, como Himno de la Alegría.
Pero lo que nos ocupa es la palabra Opus. ¡No lo van a poder creer! También viene del latín. Eu un sentido amplio, significa Obra y ha servido en la música para que se indique la numeración cronológica de la producción de las obras de un compositor determinado. Desde el siglo XVII, se utiliza esta forma de catalogación; cada vez que se publica una obra, la palabra opus, o su abreviatura op., precede al número de orden de la misma. El Opus 125 representa entonces la obra registrada número 125 del majestuoso Ludwig. Las obras no catalagodas suelen llamarse también OOO (Out of Opus) y, en el caso del maestro de Bonn, parecen ser una cantidad lo suficientemente grande como para agregar unas cuantas páginas en su catálogo.
Cosas raras que suelen tener estas lenguas, el plural de Opus es Ópera (opp).
Y si de cosas extrañas hablamos debemos tener en cuenta que Johan Sebastian Bach nunca ordenó sus obras.
En el caso de Joseph Haydn la numeración es un tanto azarosa.
En Mozart casi no existe porque los números aplicados a sus obras fueron producto de una investigación del catalogador Ludwing Von Köchel. En su honor, el número de las obras de Mozart estan precedidos por la letra K, por ejemplo el Concierto para Clarinete y Orquesta en La Mayor K 622

Un ratito con la poesía

Una vez tenía que comprar un buen vino y, dudaba frente al estante. Se acercó el dueño de la vinería y me preguntó cual era mi duda. Cuando le comenté, me contestó: “Si lleva vinos de la Bodega XXXX, nunca se equivoca”. Y le hice caso. Ahora estaba en la duda entre un poema de Pablo Neruda y otro de Octavio Paz. Acordándome de aquella anécdota no me quedan dudas. Ambos son para disfrutar; entonces ¿Para que elegir?

Soneto III
Pablo Neruda
Áspero amor, violeta coronada de espinas,
matorral entre tantas pasiones erizado,
lanza de los dolores, corola de la cólera,
por qué caminos y cómo te dirigiste a mi alma?

Por qué precipitaste tu fuego doloroso,
de pronto, entre las hojas frías de mi camino?
Quién te enseñó los pasos que hasta mí te llevaron?
Qué flor, qué piedra, qué humo mostraron mi morada?

Lo cierto es que tembló la noche pavorosa,
el alba llenó todas las copas con su vino
y el sol estableció su presencia celeste,

mientras que el cruel amor me cercaba sin tregua
hasta que lacerándome con espadas y espinas
abrió en mi corazón un camino quemante.

Dos cuerpos
Octavio Paz
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

Saludos, besos y abrazos

Mario R. Aicardi

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